No era la navidad el arbolito
No eran las risas la alegría
No es el codo a codo el compañerismo
Ni mata la soledad la compañía
No es escuchar oír el sonido
No es compartir usar lo mismo
No es complicidad planear futuros
No es casualidad lo que dá frutos
Se puede morir de hambre
en una mesa repleta
o morir de frío
sobre la leña
Nos desaprendieron los instintos
de libertad
de rabia
y vacío
Naufragamos en tierra firme
como pequeñas islas huérfanas
de incertidumbres y hastíos
Mendigamos respuestas
que son solo nuestras
Encrucijadas
sabias maestras
personales y auténticas
En la cuerda floja
susurran certezas
de ombligos sin automiradas
y horizontes nuevos
de multitud de pisadas.
y sí... la utopía en cada palabra!
ResponderEliminarme gustó pasar por tu blog, un cariño,
Gracias por tu comentario. Cariños!
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